Desde que se sale desde Cereté hacia Lorica se comienza a ver las cientos de hectáreas de tierra inundadas, quienes vivimos en el sector sabemos que bajo el agua hay cientos de cultivos perdidos, al llegar a Santa Cruz de Lorica los barrios aledaños a la vía principal tienen sus calles anegadas, el panorama es desolador hacia San Bernardo del Viento, decenas de familias están viviendo en casuchas con paredes de polisombra, algunas pocas tejas de zinc y palma para cubrir lo que falta. En el mercado una paisana me vende la libra de pescado a $4.000 para recolectar algo de dinero ya que el agua en su casa le llega a la rodilla, le ha dañado electrodomésticos, le acabó con el cultivo de ñame y plátano, las gallinas se le escaparon.
La razón del gobierno es que esto ocurre por las constantes lluvias causadas por el cambio climático, la comunidad dice que las lluvias son necesarias para el cultivo de arroz, lo que los tiene inundados son las descargas diarias que se producen desde la represa para la hidroeléctrica de Urrá.
La noticia el fin de semana es que el presidente Petro visita las comunidades de Ituango, la primera vez en su historia que el gobierno nacional hace presencia en esta zona golpeada por el paramilitarismo para expropiar a las comunidades y vender las tierras al proyecto Hidroituango, dicen los sobrevivientes que en el fondo de la represa hay cientos de cadáveres de quienes se opusieron. En el 2020 esas comunidades no solo sufrieron el horror de la guerra, tuvieron que evacuar ante la posibilidad de que la represa tuviese que abrirse e inundaría los municipios aledaños al cañón del río Cauca.
La anterior administración de El Doncello contrató la apertura de una zanja para evitar las inundaciones de un sector al sur del municipio, pese a que las comunidades de la parte rural del municipio advirtieron del daño ecológico en el sector donde se depositarían no solo las aguas si no también las basuras, la obra se realizó.
En todos los anteriores casos siempre que se busca un responsable la respuesta es la misma: "se concertó con las comunidades", un eufemismo de leguleyos para ocultar que lo que se hizo fue "engañar a las comunidades".
Si bien se cumple con las reuniones previas al proyecto, generalmente acompañadas de politiqueros de turno que presentan el proyecto como la respuesta a la necesidad sentida, esas reuniones no son entre pares, son "expertos" que le hablan a personas que no tienen el nivel académico para analizar la información del proyecto. Luego del almuerzo vienen las firmas, los abrazos con los líderes de las juntas de acción comunal y las fotos para la publicidad del gobernante. Ahí comienzan las tragedias.
Si alguien se atreve a cuestionar coloca en riesgo su vida y las comunidades se silencian ante la muerte. Urrá e Hidroituango son necesarias, la pregunta es ¿Quién responde por el daño colateral?.
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